"Insólito". Soltada de mano nivel Dios. https://t.co/hUXYeyzrtu— La Corriente K (@lacorrientek) 17 de abril de 2019
Hace un tiempo hacíamos acá un breve recordatorio histórico (las negritas son de ahora): ""Al producirse -a principios de febrero- la renuncia de Antonio Cafiero , el presidente del Banco Central, Emilio Mondelli, había ocupado su lugar en el Ministerio de Economía. El programa de Mondelli no difería -en lo sustancial- del que con tan poca fortuna había procurado instrumentar Celestino Rodrigo. Sin embargo -ya muy menguada su capacidad de respuesta-, el sindicalismo no se mostraría dispuesto a oponérsele frontalmente. "No me lo silben mucho al pobre Mondelli...", encarecería Isabel a los hombres del gremialismo.
El ministro articularía un plan de connotaciones francamente liberales. Fustigaría la Ley de Inversiones Extranjeras por haber cerrado las puertas al capital foráneo, dispondría aumentos tarifarios, anunciaría la privatización de empresas -manifestándose en contra de las nacionalizaciones- y la drástica reducción del gasto público. Se unificó el mercado cambiario con una sensible devaluación y -según se afirmaría más tarde- se proyectada modificar la Ley de Contrato de Trabajo a fin de posibilitar el mejoramiento de la productividad empresaria.
Todo ese paquete, que bien poco se compadecía con los postulados doctrinarios del peronismo, estaba encaminado a regenerar la confianza perdida -según lo aseveraba el ministro- en los círculos financieros extranjeros. Mondelli, por lo demás, se apresuró a reemprender negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para aliviar las dificultades notorias que padecía el sector externo. Muy poco de lo previsto llegó a aplicarse: no hubo tiempo.
Sin embargo, la breve experiencia del banquero Mondelli habría estado signada por un curioso plan, sobre el que se conoció una versión posterior. En el número correspondiente al mes de abril de 1976 del mensuario Cuestionario se revelaba que la presidente, en reunión con el intendente de Avellaneda, Herminio Iglesias, había participado a éste de su proyecto político. "Según ella, las medidas adoptadas por su ministro de Economía (Mondelli) erán idénticas a las que preparaban los militares -quienes se quedarían, así, sin plan de alternativa- y, además, a las Fuerzas Armadas les convenía que fuese el "gobierno popular" quien absorbiera el impacto de semejantes medidas.
Isabel habría afirmado también que "El golpe va a quedar frenado y, si ganamos un mes, entonces ya llegamos a las elecciones". El trascendido agregaba que la presidente tenía en mente resignar su propia candidatura y propiciar la del Secretario General de la OEA, Alejandro Orfila. Vale decir que el peronismo habría trazado una estrategia tendiente a retener el gobierno mediante la nominación de un no peronista para que lo ejerciera y aplicando una política a tal punto idéntica a la de sus opositores que estos carecerían de pretextos -o motivos- para derrocarlo.
No ha sido probado que el episodio narrado fuera cierto. Pero, en cambio, pocas dudas caben de que la política de Mondelli se ajustaba más a las recetas liberales que a lo que siempre había sostenido el peronismo en materia económica." (Maceyra, Horacio, "Las presidencias peronistas. Cámpora/Perón/Isabel", Centro Editor de América Latina, págs. 155/156). El final del cuento es conocido: las fuerzas desatadas para interrumpir el proceso democrático no pudieron ser detenidos, y la suerte del gobierno estaba echada. Una suerte a la que no le pudo escapar ni siquiera ofrendando a sus victimarios convertirse en ellos y adoptar su plan, para sobrevivir."
Como dijimos entonces, saquemos golpe de Estado y pongamos elecciones, concretamente las de este año, e invirtamos el sentido de las medidas económicas, para decir que las anunciadas hoy por el gobierno de Macri son inanalizables, sin entender el contexto político. Que es el de un gobierno (y un presidente) en caída libre, con seis derrotas electorales consecutivas y que acaba de descubrir -vea, señora, que sorprendente- que la gente vota con el bolsillo.
De allí que lanza su propia versión del "Plan Mondelli", haciendo (o anunciando que hará) lo que supone que haría el kirchnerismo, si volviera a ser gobierno. Suprimidas las causas (es decir, tomadas las medidas que nunca quisieron tomar pero que hoy muchos reclaman con urgencia), desaparecerán los efectos (el ascenso constante de Cristina en las encuestas, y su posible triunfo, incluso en primera vuelta), parece ser el razonamiento.
Pero sin perjuicio de que habrá que ver cuan "kirchneristas" son las medidas "kirchneristas" que anunciaron, el razonamiento falla por la base; porque si la crisis económica y social es grave, la crisis política es terminal: el gobierno nunca puede ser parte de la solución porque es "el" problema, a punto tal que el verdadero "riesgo país" es Macri; a quien no le creen ya ni buena parte de los "propios".
De modo que todo indica que este experimento "Mondelli" terminará como el anterior: sin poder detener el decurso de los acontecimientos que trataba de impedir, porque ya era demasiado tarde. Tuits relacionados:
El verdadero riesgo país es Macri.— La Corriente K (@lacorrientek) 17 de abril de 2019
Anunciar medidas que duren hasta las elecciones es la versión de estos chetos de las zapatillas de Ruckauff— La Corriente K (@lacorrientek) 17 de abril de 2019
Congelan tarifas de luz y gas y los peajes. Se vienen los reclamos de las concesionarias por la seguridad jurídica y coso, o esas cosas sólo se las hacían al kirchnerismo?— La Corriente K (@lacorrientek) 17 de abril de 2019
Nada más que para ver si entendimos: el presidente que vetó una ley para congelar las tarifas está congelando tarifas hasta fin de año, esto es así, @escriba?— La Corriente K (@lacorrientek) 17 de abril de 2019
Pensar que a fines de la semana pasada Lagarde nos dijo que sería una tontería no aprovechar esta qarcha que están haciendo. Capaz que le avisaba a los fugadores de capitales.— La Corriente K (@lacorrientek) 17 de abril de 2019
Cáguense de risa de los terraplanistas ustedes, que toman en serio a los monetaristas.— La Corriente K (@lacorrientek) 17 de abril de 2019
Si en el medio de este desastre ni siquiera se les pasa por la cabeza desdolarizar las tarifas y volver a regular el precio de los combustibles, es porque son unos hijos de puta que prefieren irse antes del gobierno pero asegurar los negocios.— La Corriente K (@lacorrientek) 17 de abril de 2019
1 comentario:
Es todo un ardid...para cuando se termine de ir todo a la mierda le echen la culpa al kirchnerismo por que no sirvieron sus recetas
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