LA FRASE

"HABÍA DOS BOTONES, UNO VERDE Y OTRO ROJO, Y YO PENSÉ "EL ROJO DEBE SER PARA VOTAR A FAVOR DE CUBA"." (DIANA MONDINO)

jueves, 20 de abril de 2017

LOS NEGOCIOS DE CLARÍN Y LAS BOMBAS RACIMO DE LA GESTIÓN CULTURAL DE MACRI


Apenas el gobierno descabezó el INCAA dijimos acá que básicamente era para meter mano en su caja, y no precisamente para eliminar el impuesto que pagan las entradas de cine (recomendación hecha por FIEL a Dujovne), sino más que nada para ir sobre el canon que pagan los medios audiovisuales de acuerdo a ley de medios; sobre todos los operadores de cable (vulgo por "Cablevisión").

Ante la reacción del mundo del cine el gobierno pretende que le crean que no van por eso, pero sus propios antecedentes y el contexto lo desmienten, y si no veamos.

Mientras descabezan el INCAA preparan la reforma a la Ley 27.078 de Argentina Digital, y ya dejaron a los cables prácticamente afuera de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, con el argumento de que no utilizan el espectro radioeléctrico; es decir el mismo argumento con el que Clarín impugnó en su momento en la justicia la LSCA, y con el cual el DNU 267 desguazó la cláusula de la ley que le fijaba un techo de participación de mercado a los operadores de cable, afectando obviamente la posición dominante que ejerce Cablevisión, que desde entonces se vio reforzada.

El colofón lógico de ese proceso es que el canon creado por el artículo 94 de la ley de medios desaparezca; a lo que hay que sumar que esta misma semana se supo que Defensa de la Competencia aprobó la compra del total de Nextel por el Grupo Clarín, lo que lo habilita a poner pie definitivamente en el mercado de la telefonía movil, y poder ofrecer el "cuádruple play": televisión por cable, internet, telefonía fija y móvil.

Es obvio que, aunque sean administraciones o unidades de negocios formalmente separadas, no es lo mismo lo que se puede facturar de publicidad si se ofrece o no cuádruple play; y por ende no es lo mismo lo que tendría que pagar de canon Cablevisión, la operadora de cable del Grupo: lo que se ahorre si se suprime el canon financiará sus inversiones, o expandirá sus ganancias; es decir es parte de la ingeniería financiera de su despliegue.

La imagen de apertura corresponde al artículo 97 de la Ley 26.522, que establece como se reparten los ingresos por el canon creado por el artículo 94, a pagar por los licenciatarios de servicios de comunicación audiovisual.

En verde están recuadrados los zarpazos que el gobierno ya dio: el primero y como contábamos acá, contra los medios comunitarios al no ejecutar el FOMECA, y ahora van por el INCAA y los programas de fomento al cine y la producción audiovisual en televisión. Antes (cuando fueron por los medios del sector social) no le importó a Campanella, pero ahora le duele, porque le tocan el bolsillo.

En rojo están recuadrados otros daños colaterales directos de la "bomba racimo" que significaría eliminar el canon: el teatro y la música; que quedarían por completo librados a la ley del mercado, como pretende el macrismo para todo lo demás. El que pueda financiarse producirá, tendrá público y podrá vivir de eso, y el que no (llámese teatro o música independiente), que se joda o se dedique a otra cosa.

Finalmente lo que está recuadrado en azul marca lo que al gobierno de Macri le chupa un huevo si se desfinancia: la AFSCA y el Consejo Federal de Comunicación Audiovisual fueron disueltos por el DNU 267/15 apenas comenzada la gestión de "Cambiemos", y el ENACOM lejos de cumplir alguna función de contralor (como no sea retornar a los viejos operativos del COMFER para decomisar equipos y cerrar medios comunitarios), funciona en los hechos como parte de la gerencia comercial del Grupo Clarín.

Los medios públicos que forman RTA (Radio Nacional y la TV pública) le importan un pito a un gobierno que tiene a casi todos los medios privados a su completa disposición, sea por la generosa distribución de pauta oficial, sea por acompañamiento ideológico en las tareas de comisariato político y cultural contra todo lo que huela a oposición.

Para concluir, la Defensoría del Público de los Servicios de Comunicación Audiovisual continúa acéfala desde que se venció el mandato de Cynthia Ottaviano; porque al gobierno de Macri no le interesa discutir políticas audiovisuales (ni ninguna política en general) en espacios democráticos, ni controlar a los medios, bajo ningún aspecto. Eso explica la draconiana supresión del Consejo Federal, donde estaban representados todos los sectores.

Por el contrario, mira para otro lado mientras se convierten en una cloaca libre para volcar en ella todo tipo de desperdicios, aunque estén en juego derechos tutelados por la Constitución, las leyes y los tratados internacionales de derechos humanos; como los de la niñez y la adolescencia, o las normas que reprimen toda forma de violencia de género, especialmente simbólica.

Aguad, Avelluto, Lombardi: los ejecutores de estas nefastas políticas son irrelevantes, porque las decisiones se toman en otro lado, que es básicamente en las oficinas del Grupo Clarín, sin importar los daños colaterales; así que los que todavía no fueron alcanzados por las esquirlas, empiecen a poner las barbas en remojo, porque viene por ustedes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estos sí QUE VIENEN POR TODO Y POR TODOS.
Este país, para cuando termine el gobierno de Cambiemos, será TIERRA ARRASADA.