LA SOCIEDAD RURAL SE EQUIVOCA DE PARTIDO

La Sociedad Rural de Santa Fe emite este desconcertante comunicado criticando duramente la decisión de Omar Perotti de haber aceptado ser primer candidato a diputado nacional en la lista del Frente Para la Victoria en las elecciones de agosto y octubre.

Es evidente que, pese a sus cacareos institucionales, estos muchachose se siguen llevando mal con la democracia; que es un sistema donde los candidatos los eligen los propios partidos, y no las corporaciones del poder económico; por más importantes que crean que son éstas.

Evidentemente el apoyo que recibió la Mesa de Enlace de amplios sectores de la sociedad y de la dirigencia política durante el conflicto de la resolución 125 los mareó a los muchachos: creen que son populares, o que hay que consultarles cada paso que se toma; o que estamos en el 2008. O en 1880.

No gente, los tiempos cambian, la gente evoluciona y por ahí se les da por pensar.

Y no lo decimos por Omar Perotti, que ahora resulta que cuando los apoyaba a ellos o disputaba la interna con Agustín Rossi era bárbaro, y ahora es un incapaz elegido por Cristina por alcahuete.

El intendente de Rafaela es un dirigente del peronismo, afiliado al Partido Justicialista y que, como tal, participó de las internas de ése partido, haciendo una muy buena elección pero aceptando la regla básica de la competencia: el que gana conduce, el que pierde acompaña.

Mejor no entremos a indagar cuanta democracia interna y diversidad de opiniones hay en la Sociedad Rural, y como se llevan sus miembros con los que piensan distinto, no ya en la entidad sino en sus propias estancias por ejemplo; que seguramente deben ser un dechado de pluralismo.

Y menos investiguemos como conformaron sus listas los otros partidos: todos igual que el FPV, a dedo. Pero solo en ese caso le molesta a la Rural, porque Perotti aceptó lo que le ofrecieron.

Lo que le sucede a la Rural de Santa Fe es que se equivoca de partido: este ya no es el PJ de Reutemann -al que probablemente tenía derecho a sentir como propio-, y lo conduce Cristina Kirchner, que por esos caprichos que suelen tener las mujeres (no vayan a creer que por convicción politica no acepta que las corporaciones le marquen la agenda; menos que le elijan los candidatos.

Más aun: nos aventuraríamos a sostener que muchos hombres de campo no comparten hoy la visión de la Sociedad Rural, no al menos como la compartían en aquellas jornadas del lock out desabastecedor del 2008. Las urnas pueden traer sorpresas por ese lado.

Pero reiteramos: la Rural se equivoca de partido, porque le sobran otros donde colar sus candidatos; empezando por la UCR donde su propio presidente (Hugo Iturraspe, cuya foto ven arriba) va en la lista de diputados nacionales, en un lugar testimonial pero va.

Y su hermano en la de Duhalde y Nelvar Raffín (de la Rural de Reconquista) en la de la Coalición Cívica de Carrió, y Barchetta en la de Binner, y así.

La Rural nunca se llevó bien con el peronismo, no es necesario recordarlo. Y el peronismo tampoco con la Rural, desde los tiempos del Estatuto del Peón de Campo y el IAPI.

Por eso cuando el peronismo se empieza a parecer a sí mismo -como viene sucediendo desde el 2003- siempre la tendrá en la vereda de enfrente.