La reacción del gobierno provincial frente al paro docente parece propia del tristemente célebre Norteamérico Ghioldi: se acabó la leche de la clemencia para AMSAFE, al parecer.
O si lo prefieren, está en la línea del "ramal que para, ramal que cierra" de Menem.
Atrás quedó el rostro amable del socialismo que pide (y predica) siempre la tolerancia, el diálogo y el consenso.
Atrás quedó también -al menos por ahora- el largo romance y luna de miel con uno de los sectores que más contribuyó a los triunfos electorales del socialismo en la provincia en 2007 y 2011; y la captura de pantalla nos permite además encontrar otra perla: Galassi desmiente abiertamente a su empleado (en negro, precarizado, pero empleado al fin) "Coni" Cherep.
Nosotros acá criticamos en su momento ciertas metodologías de lucha de la docencia en cuanto apelan al paro como única herramienta para conseguir reivindicaciones, pero tampoco parece que descontar los días de huelga conduzca a resolver el conflicto: por el contrario, todo indica que lo agravará.
Y menos con el mamarracho jurídico de descontarles los días a los que no adhieran a la huelga y vayan a trabajar: si bien hacer paro es un derecho colectivo de las entidades sindicales, después está la decisión individual de cada trabajador (en este caso los docentes) de acatarlo o no.
Es de cajón que AMSAFE irá a la justicia a reclamar en el caso de que los descuentos se concreten, y no es aventurado pensar que (al menos en lo que refiere a los docentes que no hagan paro) le darán la razón; con lo que el gobierno provincial sumará un papelón que profundizará más la encerrona en la que el conflicto lo ha colocado.
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