Leemos en Página12: “La Unión Cívica Radical comenzó a prepararse para enfrentar
una nueva crisis de la deuda. “Reiteramos la necesidad de trabajar para
establecer un mecanismo internacional para la reestructuración de las deudas
soberanas”, reclama la última resolución de la Asamblea Parlamentaria
Euro-Latinoamericana que lleva la firma el senador radical Ángel Rozas. El
gobierno asegura que el país no tendrá problemas para hacer enfrentar sus
pasivos gracias al préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) pero sus
socios minoritarios en la alianza Cambiemos advierten en foros internacionales
sobre los riesgos asociados a los niveles de endeudamiento excesivos y el
accionar de los fondos buitre. El documento elaborado por el legislador
chaqueño enfatiza la responsabilidad que tienen los Estados para “prevenir que
los compromisos derivados de los procesos de endeudamiento impacten de manera
negativa en el bienestar y en la tutela de los derechos humanos”.”
“La
resolución del Euro–Lat fue aprobada a finales del mes pasado en Viena cuando
todavía faltaban seis días para que el FMI informase la modificación de los
términos del acuerdo Stand-By solicitada por Argentina. Condicionados al
cumplimiento del programa de austeridad fiscal, flotación cambiaria y contracción
monetaria, los desembolsos del FMI previstos para 2018 colocarán la deuda
pública en niveles cercanos al 100 por ciento del PBI. “Los gobiernos no
pueden considerar las obligaciones legales derivadas de un bono o un crédito
como una obligación superior a otras obligaciones tales como el pago de las
pensiones o la prestación de servicios públicos básicos”, sostiene la
resolución firmada por el senador Rozas. La declaración que “insta a los
gobiernos europeos y de América Latina a que aúnen esfuerzos para avanzar hacia
un marco legal internacional para la reestructuración de las deudas soberanas”
fue redactada, además de por el legislador argentino, por el
economista catalán Ernest Urtasun que se desempeña como diputado
por el partido verde en el Parlamento Europeo.”
“El
texto propuesto por el ex gobernador chaqueño recomienda la adopción de los
nueve principios básicos de Naciones Unidas e “insta a los gobiernos europeos y
latinoamericanos a que aúnen esfuerzos para avanzar hacia un marco legal internacional
para la reestructuración de las deudas soberanas”. La resolución enfatiza que
el derecho de los países para encarar una reestructuración no debe verse
obstaculizado “por las pretensiones de grupos minoritarios de acreedores que
pueden aprovechar la inexistencia de marcos regulatorios en la materia,
anteponiendo sus intereses especulativos”. El
jefe de la bancada radical en el Senado se encuentra fuera del país pero sus
asesores explicaron a Página 12 que la resolución es “extemporánea” ya que su redacción
comenzó de la mano de legisladores del Frente para la Victoria en 2015
mientras tenían lugar las deliberaciones en la ONU.”
A ver si entendimos bien: después de haber armado el blindaje y el Megacanje en el 2001 que nos llevaron de cabeza al default; y después de haber aprobado el arreglo con los fondos buitres por los que se pasaron para el cuarto los principios de la ONU sobre reestructuración de deudas soberanas de los Estados, aprobados en septiembre del 2015 a instancias de la Argentina por la Asamblea General, con una amplia mayoría de votos de países de todo el mundo que respaldaron la posición del gobierno argentino; que nosotros dimos en denominar "la doctrina Kirchner": los muertos no pagan sus deudas.
Principios de la ONU que fueron incorporados con carácter de orden público al ordenamiento jurídico argentino por la Ley 27.207 sancionada en noviembre del 2015, en cuya votación se ausentaron (ver acá el acta respectiva) porque ya sabían que la iban a violar capitulando ante los buitres; sin reparar en que aunque ellos no la votaran, es igual ley del Estado argentino, que los obligaba como sus representantes.
Y después de haber vuelto a recurrir al FMI (al que no le debíamos nada, porque Néstor canceló la deuda en enero de 2006) para endeudarnos primero en 50.000 millones de dólares, y luego en otros 15.000 más, sin pasar por el Congreso; invocando el artículo 60 de la Ley 24.156 de Administración Financiera aprobada a instancias de Cavallo en el menemismo, violando así la Constitución Nacional en sus artículos 75 (incisos 4) y 7), 76 (sobre delegación legislativa) y cláusula transitoria octava (sobre caducidad de la legislación delegada).
Después de todo eso, de haber metido al país en una espiral de deuda incontrolable que nos pone a las puertas de otro defáult o ante una futura e impostergable reestructuración de la deuda (tanto que incluyeron solapadamente un artículo en el presupuesto que les posibilite otro mega-canje) y de estar a horas de votar un presupuesto de ajuste elaborado por el FMI como contrapartida por su asistencia financiera a la fuga de capitales, quieren volver al punto de partida.
Y firmaron un proyecto para que los Estados elaboren en la ONU un marco internacional para la reestructuración de deudas soberanas, contra las maniobras especulativas de los fondos buitres y priorizando la atención de sus funciones esenciales, antes que el pago de las deudas con sus acreedores externos.
Es decir, lo que hizo el kirchnerismo con los dos canjes de deuda, los mismos principios que el kirchnerismo impulsó en la ONU y ya fueron aprobados, y que Cristina volcó en lo que luego sería la Ley 27.207, que no votaron, para no comprometerse a cumplir algo que sabían que no iban a poder cumplir, porque los fondos buitres les financiaron en parte la campaña, para sacar al kirchnerismo del gobierno, y poder cobrar todo lo que pretendían.
La UCR, o como a a veces es imposible conseguir más cucuruchos en la frente.
Principios de la ONU que fueron incorporados con carácter de orden público al ordenamiento jurídico argentino por la Ley 27.207 sancionada en noviembre del 2015, en cuya votación se ausentaron (ver acá el acta respectiva) porque ya sabían que la iban a violar capitulando ante los buitres; sin reparar en que aunque ellos no la votaran, es igual ley del Estado argentino, que los obligaba como sus representantes.
Y después de haber vuelto a recurrir al FMI (al que no le debíamos nada, porque Néstor canceló la deuda en enero de 2006) para endeudarnos primero en 50.000 millones de dólares, y luego en otros 15.000 más, sin pasar por el Congreso; invocando el artículo 60 de la Ley 24.156 de Administración Financiera aprobada a instancias de Cavallo en el menemismo, violando así la Constitución Nacional en sus artículos 75 (incisos 4) y 7), 76 (sobre delegación legislativa) y cláusula transitoria octava (sobre caducidad de la legislación delegada).
Después de todo eso, de haber metido al país en una espiral de deuda incontrolable que nos pone a las puertas de otro defáult o ante una futura e impostergable reestructuración de la deuda (tanto que incluyeron solapadamente un artículo en el presupuesto que les posibilite otro mega-canje) y de estar a horas de votar un presupuesto de ajuste elaborado por el FMI como contrapartida por su asistencia financiera a la fuga de capitales, quieren volver al punto de partida.
Y firmaron un proyecto para que los Estados elaboren en la ONU un marco internacional para la reestructuración de deudas soberanas, contra las maniobras especulativas de los fondos buitres y priorizando la atención de sus funciones esenciales, antes que el pago de las deudas con sus acreedores externos.
Es decir, lo que hizo el kirchnerismo con los dos canjes de deuda, los mismos principios que el kirchnerismo impulsó en la ONU y ya fueron aprobados, y que Cristina volcó en lo que luego sería la Ley 27.207, que no votaron, para no comprometerse a cumplir algo que sabían que no iban a poder cumplir, porque los fondos buitres les financiaron en parte la campaña, para sacar al kirchnerismo del gobierno, y poder cobrar todo lo que pretendían.
La UCR, o como a a veces es imposible conseguir más cucuruchos en la frente.
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