El Fondo Federal
Solidario (FFS), vulgarmente conocido como fondo soja, fue eje de la polémica
en todo el país en las últimas semanas, desde que Macri decidió derogarlo de un
plumazo por DNU; privando así a las provincias y municipalidades de un recurso importante
para hacer obras de infraestructura en sus respectivas jurisdicciones.
Por estos días en
los que se está discutiendo en el Congreso de la nación el presupuesto del año
que viene, intendentes de todo el país han ido a reclamarles a los legisladores
que repongan el fondo, y entre ellos, jefes territoriales de la provincia de
Santa Fe, que fueron a transmitirles en persona el reclamo a los senadores y
diputados que nos representan allá.
El que no estuvo
fue el intendente Corral, que por el contrario salió a bancar la decisión de
Macri de eliminar el FFS, siendo como es el alcahuete (perdón: referente)
presidencial en Santa Fe. Uno podría pensar que le sobra la plata, porque antes
había salido también a renunciar a cobrar la CAP (Cuota de Alumbrado Público),
como un modo de bancar los tarifazos de luz del gobierno nacional, y trasladar
el foco de la cuestión a una polémica con la EPE por el costo de distribución.
Sin embargo,
analizando la ejecución del presupuesto municipal al pasado 31 de agosto disponible
en la página web del municipio (verla completa acá), se puede encontrar otra
explicación, y es que a Corral no le preocupa perder los recursos del fondo
sojero, porque no los usa.
En efecto, según
surge del documento, la Municiplidad había presupuestado recibir este año por
las partidas del FFS $ 76.622.515,00, de los que en los primeros ocho meses del
año llegaron $ 52.587.761,98, un 68,63 % del total previsto.
Sin embargo, a esa
misma fecha (es decir, transcurridas dos terceras partes del año), Corral había
ejecutado partidas (devengado) del Fondo por $ 19.674.751,57 (un 37,41 % de lo
recibido), y pagado con recursos del mismo apenas $ 7.075.260,78, un 13,45 % de
lo recibido, y un 9,23 % del total presupuestado.
Algo parecido pasa
con los créditos que la gestión de Corral tomó (con autorización del Congreso)
en los bancos, para ejecutar obras. O peor.
En efecto, el año
pasado el Concejo municipal dictó siete (7) Ordenanzas autorizando al
Departamento Ejecutivo a endeudarse con los bancos para ejecutar diferentes
obras en la ciudad, a saber Ordenanzas 12.395, 12.418, 12.424, 12.457, 12.458,
12.459 y 12.460, con prestamos autorizados por un total de $ 223.456.882,02, de
los que llegaron ya casi la totalidad, más precisamente $ 221.271.185,70.
Sacar la cuenta de
cuanto de ese dinero invirtió Corral en finalidad para la cual lo pidió (hacer
obras) en los primeros ocho (8) meses del año es muy fácil, porque lo dice la
propia ejecución presupuestaria, disponible como dijimos en la página web del
municipio: nada, cero (0) pesos, ni un centavo.
Eso sí, como las
cuotas de los préstamos hay que pagarlas y si no se pagan devengan intereses
por mora, no es que pedir prestado no genera gastos, ni mucho menos: veíamos acá como el rubro más significativo de los gastos del Municipio viene siendo
desde hace un tiempo la amortización e intereses de la deuda.
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