BINNER LO HIZO

Primero en Rosario:

Después en Santa Fe: 

Cuatro años de despilfarro y derroche de plata gastada en pelotudeces, empezando por una increíble plantilla de funcionarios políticos, que Bonfatti se está encargando de corregir y aumentar; cuando se creía que eso no era posible.

Cuatro años de maquetas, publicidad a granel, viáticos, sobresueldos, gastos de representación, viajes, proyectos faraónicos y otros berretines.

Y al final, Binner y el socialismo lo lograron: en plena etapa de crecimiento económico, con récords de recaudación (propia y coparticipada) que se fueron sucediendo unos tras otros, lograron chocar la calesita.

Las cuentas públicas están en rojo, la (poca) obra pública comenzada está parada, y se están empezando a generar despidos de los trabajadores, porque las empresas (con las que se contrajo deuda el año pasado que se pedaleó a éste) no cobran los certificados.

Hace poco se retrasó (por primera vez en años) el pago de sueldos a los empleados estatales de la provincia.

Es muy triste que tengan que pasar estas cosas para que quede al desnudo la hipocresía, la mentira, el cinismo y -sobre todo- la completa inutilidad para gestionar la cosa pública de todos los que integran el Frente Progresista, todos: los socialistas (principales responsables), los radicales (al fin y al cabo, Schneider mintió descaradamente acá sobre los pagos a los contratistas) y los demás socios.

Porque ninguno salió a cuestionar el rumbo seguido por el "prolijo" Hermes; por el contrario, lo presionaron a Bonfatti (actor principalísimo de la gestión hermética) para que abriera la mano, así todos podían participar de la fiesta, y acá están las consecuencias.

Vamos a ver como se las arreglan ahora para resolver los balurdos que ellos mismos crearon con su inoperancia, sin echarle la culpa a nadie: a la Nación, a la sequía o al hundimiento del crucero italiano. 

Seguramente el "Coni" Cherep y sus demás escribas a sueldo extremarán el ingenio, y algo se les va a ocurrir, pero está por verse si las cortinas de humo seguirán teniendo la eficacia que tuvieron hasta ahora.

Por las dudas (y como no cejarán en el intento, porque hay buenos incentivos de por medio) acá les dejamos algo de literatura sobre el tema, que hay leer empezando desde el post más antiguo en adelante, para reconstruir la ruta del Titanic socialista (o el Costa Concordia, si prefieren) conducido por el capitán Hermes hacia el desastre.